Faro de na Pòpia en las alturas de Sa Dragonera
El Faro de na Pòpia, ubicado en la Isla Dragonera en Mallorca, fue un proyecto diseñado por Antonio López y Montalvo. Comenzó su funcionamiento el 20 de marzo de 1852 como un faro de 3º orden de gran modelo. Presentaba una apariencia de luz fija blanca con destellos cada 2 minutos, generados por una óptica catadióptrica fija y tres lentes verticales giratorias externas. Esta estructura se situó en el punto más elevado de la isla, a 352 metros de altura, convirtiéndolo en el faro de España construido a mayor altitud sobre el nivel del mar.
Sin embargo, debido a su excesiva elevación, el Faro de na Pòpia sufría frecuentes problemas de visibilidad desde el mar debido a la niebla. Esta dificultad llevó a su apagado en 1910, y posteriormente fue sustituido por otros dos faros construidos en cada uno de los extremos de la isla.
El edificio del faro estaba diseñado en varios niveles para aprovechar la pronunciada pendiente del terreno. Además, las duras condiciones climáticas, con continuas descargas eléctricas provocadas por tormentas y fuertes vientos, junto con el aislamiento de sus habitantes, lo convertían en uno de los destinos más difíciles de todo el archipiélago.
En la segunda década del siglo XX, el edificio fue entregado al Ministerio de Hacienda y el aparato óptico fue desmontado y enviado a Valencia para ser reutilizado en otras costas.
Actualmente, el Faro de na Pòpia está fuera de uso, pero su legado histórico y su ubicación única en la Isla Dragonera siguen siendo recordados.
Aunque no presta servicio como faro, su historia y singularidad lo convierten en un punto de interés para los amantes de la navegación y la historia marítima de Mallorca.
